martes, 23 de febrero de 2010

El eterno “enfant terrible”


Aún no me cierra que haya muerto, no me cierra, no lo entiendo. Pero quien puede entender la muerte, NADIE, es lo que tal vez sea más triste aún, pues nos quedamos sin respuesta.
Solo atinamos a pensar cuando alguien muere tan joven, convertirlos en leyendas, la desaparición prematura nos obliga: Marylin, Dean, Heath Ledger y más recién Michael Jackson, son algunos de los nombres que me vienen a la mente y seguir sin entender.

Lee Alexander McQueen no escapa a este status, desde hace unos años se adueñó de un estilo irrepetible, un verdadero mago de puestas en escenas conceptuales únicas y magníficas. Recuerdo una colección en especial que me llamó mucho la atención en el 2005; ese fabuloso juego de ajedrez donde cada pieza se lucía por sí misma dando el jaque mate perfecto.
Una de las últimas colecciones ready to wear, otoño del 2009, mostraba una puesta sombía, tal vez como crítica a la contaminación en la que vivimos, de donde emergen mujeres muy estructuradas, cuasi muñecas de otras dimensiones que mostraban diseños con la complejidad misógina y la calidad poética, como solo Alexander, el grande, podría entregarnos; siluetas al mejor estilo new look en algunos casos, donde los niveles de un alto romanticismo chocaban con un maquillaje grotesco marcando un dark extremadamente elegante.

Este hijo de taxista sabía fusionar mejor que nadie moda, concepto y tecnología y sobre todo dar un espectáculo que quedaría en la memoria de todos, uno mejor que otro, siempre creciendo y desafiándose a sí mismo en el intento.

Maestro de la forma, el color y la textura, dueño de una coherencia en sus colecciones muy pocas veces vista en nuestro medio, artista del cuero, llevándolo a extremos que nadie se atrevería a imaginar. Eso es diseño: siempre cuestionamiento, siempre la pregunta ¿por qué no?

Y hablando de preguntas, sin dudas nos haremos muchas en relación a su muerte y presiento que no encontraremos nunca una respuesta que nos satisfaga.

Nos quedará entonces resignarnos a convertirlo, tal vez en contra de su voluntad y la nuestra, en Leyenda.













































































































lunes, 22 de febrero de 2010

"Y AL PASAR POR LAS CIBELES..."

PASARELA OTOÑO INVIERNO 2010
Quise empezar mi primer artículo analizando un poco lo que pude ver este domingo haciendo zapping (como de costumbre) frente al televisor y para mi sorpresa me encontré con el Fashion Week de Madrid, o mejor conocido como Pasarela Cibeles, por supuesto que me enganché inmediatamente con lo que pasaba y quedé fascinado con algunos desfiles de grandes y nóveles diseñadores que apostaban sobre todo a la experimentación formal y una cromática diversa, sin temor, tal vez y eso fue lo que más me atrapó.
Sabemos que el negro y el gris prevalecen siempre en estas temporadas Otoño Invierno, pero pude observar la utilización de tonos naranjas, verdes y azules chillones , algunos pasteles y tambien tostados y envejecidos, otorgando cierto toque nostálgico a las prendas exhibidas.
De los grandes, sin dudas uno de mis favoritos fue José Miró con su colección “Babel”, con una mezcla de estilos y texturas diversas; pero a diferencia del nombre bíblico sí se conectan entre sí las piezas que lleva esa mujer actual que mira al futuro desde estos tiempos plurales y diversos.


A mi juicio, SU PLATO FUERTE: los ponchos de lana rústica y los tejidos


La marca Devota y Lomba ofrece un trabajo de volúmenes exquisito, en versión remake de su propia obra, iendo más allá de la figura misma, como escalándola haciendo un juego de proporciones cuasi arquitectónico. Rescato dos diseños muy bien elaborados al mejor estilo japonés; una blusa de gasa en degradé gris y azul y EL VESTIDO LIMÓN (o amarillo según la calidad de la foto), pero no obstante en mayusculas, donde la repetición gradual hace el efecto interminable y equilibrado del uso del volúmen.




A modo de comparación con temporadas pasadas, se mantiene en la mayoría de los desfiles una nostalgia por los años 40, 50, 60, 70 y 80, dentro de un mix de propuestas que intentan sobrevivir al tiempo. Pienso que tal vez los over size no peguen con fuerza esta vez, alguna que otra prenda dará su surprise debido a su comodidad, pero la exageración no forma parte de estos tiempos mas comedidos debido a la crisis.


Y mas allá de la crisis, Agatha Ruiz de la Parada, insiste con sus corazones y explosión de colores alegrarnos el alma. Este juego perenne entre lo lúdico, lo nostálgico y lo por venir que nos hace participar visualmente de una propuesta urbana siempre divertida. Juego cromático al mejor estilo de "esos locos bajitos" con la sabiduría y la impronta de alguien que sabe reir con el color y a través de él.
Tal vez a algunos les resulte payasesca su propuesta, pero si miramos bien, tanto la experimentación formal como la búsqueda siempre de lo nuevo, nos hace meditar y observar (a aquellos que nos interese el buen diseño), sobre lo que debemos hacer para cuestionarnos siempre nuestra realidad o la realidad misma.

Reconozco que no he visto todas las temporadas del Madrid Fashion Week, pero amén de crisis, y de la calidad de las entrevistas (que a veces se tornaban superflúas o tontas), España muestra a través de su talento propuestas de diseño muy interesantes, a veces acercandose tal vez como homenaje o simple respeto a los clásicos y otras buscando nuevos discursos, una nueva manera de plantearse y replantearse el diseño.
Muchas gracias Madrid.
Antes de terminar este artículo quiero homenajear en la memoria al recién desaparecido Alexander Mc Queen, un grande del diseño y uno de mis favoritos siempre. No pretendo juzgar, solo decir desde lo profundo: Que descanse en paz.
Gustavo Adolfo Bécker dijo:
"El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo".
Muchas gracias Mc Queen por permitirnos entrar en el tuyo.
Eduardo Meliá


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